Por primera vez en la historia, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) ha centrado su atención en un visitante que viene desde fuera de nuestro sistema solar. Se trata del cometa 3I/ATLAS, un objeto interestelar que ha sorprendido a la comunidad científica por su comportamiento “inexplicable” y la presencia de una curiosa “anticola”.
Tan inusual ha sido su actividad, que la NASA activó su protocolo de defensa planetaria para estudiarlo a fondo y coordinar observaciones en todo el mundo.
¿Qué es el cometa 3I/ATLAS?
El 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar jamás detectado atravesando nuestro sistema solar. Su órbita hiperbólica indica que no sigue un recorrido cerrado alrededor del Sol, sino que viene de otro sistema estelar… ¡y no volverá jamás!
Su nombre tiene un significado especial:
- “3I”: Tercer objeto interestelar identificado.
- “ATLAS”: Nombre del sistema de telescopios que lo descubrió, el Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System, financiado por la NASA.
Los dos primeros visitantes interestelares fueron:
- 1I/‘Oumuamua (2017) – el misterioso objeto con forma de cigarro.
- 2I/Borisov (2019) – el primer cometa interestelar confirmado.
El 3I/ATLAS fue detectado el 1 de julio de 2025 desde el telescopio ATLAS en Río Hurtado, Chile, aunque observaciones anteriores se remontan al 14 de junio.
Un cometa activo y diferente
A diferencia de un asteroide, el 3I/ATLAS es un cometa activo, con un núcleo helado rodeado por una coma (una nube de gas y polvo).
Los análisis de su composición revelan algo asombroso: contiene más agua que los cometas comunes del sistema solar.
Según el Telescopio Espacial Hubble, su tamaño podría variar entre 440 metros y 5,6 kilómetros, aunque otros cálculos lo sitúan entre 5 y 11 kilómetros, lo que lo convertiría en el objeto interestelar más grande jamás observado.
La respuesta de la NASA: defensa planetaria activada
El comportamiento inusual del cometa motivó a la NASA a activar su protocolo de defensa planetaria, una medida preventiva diseñada para coordinar el monitoreo global de cuerpos potencialmente peligrosos.
La activación fue comunicada a través del boletín MPEC del Minor Planet Center (Harvard), y dio inicio a la “Campaña de Astrometría de Cometas de la IAWN”, que se desarrollará del 27 de noviembre de 2025 al 27 de enero de 2026.
Entre los instrumentos que lo estudian están:
- Telescopios espaciales Hubble, Webb, TESS, Swift y SPHEREx.
- Los rovers Perseverance y Curiosity en Marte, que también participan en la recolección de datos.
¿Representa un peligro para la Tierra?
A pesar de la activación del protocolo, la NASA confirmó que el cometa 3I/ATLAS no representa ningún peligro.
No se acercará a menos de 1.8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros de distancia).
Su velocidad actual supera los 221.000 km/h, y aumentará a medida que se acerque al Sol .
Un estudio reciente publicado en ArXiv sugiere que la sonda Europa Clipper podría recibir partículas del cometa entre el 30 de octubre y el 6 de noviembre, lo que ofrecería una oportunidad única de analizar material interestelar en tiempo real.
¿Dónde se encuentra ahora el 3I/ATLAS?
El cometa se aproxima a su punto más cercano al Sol (perihelio), que ocurrirá entre el 29 y 30 de octubre de 2025.
En ese momento, estará a 1.4 unidades astronómicas (210 millones de km) del Sol, dentro de la órbita de Marte.
Aunque su visita genera gran expectación, no será visible a simple vista. Su brillo actual tiene una magnitud de 13.7, similar a la de Plutón, por lo que solo puede observarse con potentes telescopios.
Luego de su paso, continuará su camino hacia los confines del espacio, saliendo definitivamente del sistema solar en marzo de 2026.
Un visitante que nos recuerda lo pequeños que somos
El 3I/ATLAS es mucho más que un fenómeno astronómico: es un mensaje cósmico. Nos recuerda que somos parte de un universo inmenso y en constante movimiento. Cada visitante interestelar es una cápsula del tiempo que trae consigo secretos de otros mundos.
Aunque el 3I/ATLAS no podrá verse a simple vista, su paso quedará marcado como un hito histórico en la astronomía moderna. Por primera vez, el mundo entero sigue de cerca a un visitante de otro sistema estelar, mientras la NASA y los científicos de todo el planeta trabajan juntos para desentrañar sus misterios.
Un cometa interestelar que, aunque se aleje para siempre, ha dejado su huella en la historia del espacio y en nuestra curiosidad por lo desconocido.
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